miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Por qué una mujer acepta ser maltratada? (*)

1. Porque no reconoce la violencia
2. Por evitar el repudio y la burla publica
3. Para evitar la soledad
4. Por temor a la pobreza económica
5. Para dar una mejor vida a los hijos
6. Por creer que puede cambiarlo con amor
7. Para no ser una “¡divorciada más!”
8. Para tener donde vivir
9. Porque cree que todos los hombres son iguales
Con el tiempo y luego de salir del encierro, estas son sus conclusiones:

1. Los hijos viven mejor en climas de amor, armonía y seguridad, el maltrato no se puede ocultar, como no se oculta la tristeza y la pena.
2. Muchas mujeres reconocen que el miedo no lleva a la felicidad
3. No todos los hombres son iguales y no todas las relaciones son formas de encierro
4. La casa debe ser un hogar, no importa dónde ni como sea, pero debe ser un lugar para sentirse bien.
5. Ser la pareja de alguien no es ser de su propiedad.
6. Sentirse protegida y acompañada no es someterse al control y la vigilancia.
7. No era necesario someterse al encierro, "...yo no sabia que podía ser feliz sin el, pero lo soy ahora."
(*) Investigación hecha con base en la experiencia derivada de entrevistas reales a mujeres maltratadas.


DETRAS DEL CERCO HAY LIBERTAD:


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domingo, 23 de mayo de 2010

CIRCULARIDAD DE LA VIOLENCIA EN EL NUCLEO FAMILIAR

En ocasiones las mujeres esperando mantener el estatus económico y moral, deciden asumir y aceptar los tratos degradantes de parte de sus compañeros como una forma de garantizar a ellas y a los hijos: seguridad y estatus social, esta postura en ningún momento es criticable ya que la seguridad social de los hijos es menester y prioridad de quien asume consecuentemente el rol de madre y padre.

Esta postura le hace soportar agresiones verbales, aislamiento social, maltratos físicos, restricciones económicas y tratos degradantes, pasando por actos sexuales no consentidos, así como golpes y gritos constantes, los cuales dejan una huella indeleble en el inconsciente, generando cuadros de angustia, temor, inseguridad y efectos psicosomáticos, ya que todo acto de agresión hacia ellas deja lesiones Psicológicas profundas siendo incalculable el número de abusos que por esta condición es capaz de asumir calladamente.

La violencia de género en el núcleo de la familia en ocasiones responde a una condición de circularidad que se repite una y otra vez:






Describiéndose un proceso en el cual el acto violento ocurre ante cualquier detonante que considere el agresor, así es que, una queja, un reclamo o algún evento sin importancia se convierte en un disparador de agresiones.

Luego el agresor solicita el perdón de la mujer, siempre y cuando, da cuenta de las consecuencias morales y personales que le acarrea en la esfera social y familiar los actos impropios que realizo; rara vez este acto de perdón está mediado por el amor o la valoración de la compañera a quien agredió, o por un acto de profunda reflexión, razón por la cual vuelve a agredir a la mujer luego de transcurrido un periodo de “Luna de miel” en el cual cumple parcialmente los acuerdos, los cuales poco a poco se van desvaneciendo hasta ocurrir nuevamente la agresión.

Esta circularidad suele ser un proceso que la mujer soporta con base en la esperanza del cambio y en la condición de velar por la unión familiar por sobre sus propios intereses personales, sin dar cuenta de los efectos que esta condición tiene en los hijos:

1. Conductas disruptivas y que alteran el orden del hogar
2. Dificultad para establecer relaciones interpersonales de calidad
3. Cambio en el rendimiento académico
4. Aprendizaje de conductas impropias en la relación de genero
5. Alteraciones en el sueño
6. Retraimiento social
7. Dificultades con la adquisición del lenguaje
8. Dificultades para la concentración y atención en tareas académicas
9. Dificultad para entender y razonar las normas
10. Actos delincuenciales y violaciones de normas sociales.

Como lo demuestran las entrevistas y registros hechos a maltratadores parte de los programas de orientación clínica, estos hijos de la violencia intrafamiliar, suelen repetir los patrones de violencia que incubaron en periodos tempranos de la vida.

Llega un momento en que la violencia hacia la mujer actúa de forma regular y opera como un continuo en nuestras familias, llegando a ser parte de la vida cotidiana, dejando huellas en todos los miembros de la familia y por consiguiente en todas las esferas de la sociedad.

¿cuando una mujer va a denunciar?

1. Cuando el maltrato llega a los hijos
2. Cuando existe una tercera persona que brinda apoyo y asistencia segura
3. Cuando el maltrato deja huellas que no retroceden
4. Cuando el maltratador deja de proveer
5. cuando el maltratador agrede a familiares como la madre
6. Cuando la mujer descubre que puede tener por si sola una vida mejor.